domingo, 2 de marzo de 2008

Tren Aiquile- Santa Cruz de la Sierra: El Corredor Bioceánico que falta.


Más allá de las consideraciones nacionalistas del autor de esta carta aparecida, este 1° de marzo, en el diario boliviano La Razón, es importante re descubrir una vía que uniría a los océanos Atlántico y Pacífico. Por otra parte, la critica a nuestras autoridades del rol que estarían cumpliendo de terminar con los ferrocarriles, no estaría lejana de la realidad que vivimos en Chile. Para analizar el tema.

Un “peligroso” acuerdo con Chile
De: Ramón Claure Calvi
Comité Impulsor FC Aiquile-Santa Cruz
Para:
Director de La Razón


Por nuestra ubicación geográfica en Sudamérica, el transporte terrestre entre el Atlántico y el Pacífico debiera ser de prioridad de gobernantes y gobernados. En este espacio del quehacer nacional, el enclaustramiento que nos impuso la Guerra de 1879 engendró y multiplicó problemas, sobre todo económicos, que ocasionaron nuestro estancamiento y claro, como Chile tiene dominio preponderante en el Pacífico, debemos someternos a su designio, por ejemplo, el acuerdo suscrito el pasado 16 de diciembre entre los presidentes de Bolivia, Brasil y Chile para conformar un corredor carretero: Santos-Arica, no cabe duda, patrocinado por Chile.

Es bueno recordar que por Ley de 26 de septiembre de 1920, con base en estudios realizados por un súbdito alemán, el Ing. Hans Grether, se dispuso en 1924 iniciar las obras del FC Cochabamba-Santa Cruz. En 1960 llegamos a Aiquile, 216 km de Cochabamba. Falta construir 380 km para completar el Corredor Ferroviario Transcontinental Central Santos-Arica, con una longitud de 3.800 km.

El acuerdo del 16 de diciembre es un durísimo golpe a Bolivia. Chile está consumando su objetivo geopolítico, que consiste en acabar con el rol del ferrocarril, primero en el occidente y después en oriente del país; la capitalización ya cumplió parte de ese objetivo.

Su primer accionar consistió en convencer a nuestros gobernantes de turno de construir la carretera Patacamaya-Tambo Quemado; después vino la capitalización de los ferrocarriles, en la que participaron ocho postulantes, cuatro chilenos, tres norteamericanos y un boliviano.

Un informe oficial detalla bochornosos manipuleos para, finalmente, adjudicar a Cruz Blanca de Chile, empresa de Seguros, sin experiencia ferroviaria y sin capital propio, “palo blanco” del millonario chileno Andrónico Luksic Abaroa, personaje que con apoyo de su gobierno no sólo desmanteló y destruyó parte de la Red Andina, también desmanteló el FC Arica-La Paz, construido como parte del Tratado de 1904.

Es inexplicable que estemos contribuyendo a perpetuar nuestro encierro geográfico y permitir que camiones chilenos y brasileños circulen libremente por nuestro territorio, generando progreso y prosperidad a esos países, y miseria a los bolivianos.
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De Cochabamba a Santa Cruz, el proyecto tiene un costo de 400 millones de dólares. La vía sería de trocha métrica, que uniría a Antofagasta y Arica con el Océano Atlantico (Santos, Brasil).

Foto:http://www.frankship.com/cbolivia.html

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